El estado de conservación de las monedas
Un aspecto importante en la determinación del valor de cada moneda es la correcta y objetiva atribución del estado de conservación.
Por esta razón, estudiamos las técnicas de producción y analizamos cada ejemplar con el máximo cuidado, también con la ayuda de potentes lentes y, si es necesario, también con un microscopio.
La escala que utilizamos es la reconocida en toda Europa, que va desde D (Discreto) hasta FDC (Flor de Cuño).
A continuación, la escala utilizada con una breve descripción de los diversos estados de conservación.
D - Discreto
La moneda es casi completamente lisa: sus relieves apenas se perciben o fuertes marcas desfiguran la superficie.
B - Bueno
La moneda es lisa y poco legible.
MB - Muy Bueno
La moneda está muy desgastada y, si los relieves originalmente no eran muy pronunciados, algunas partes del ejemplar pueden no ser legibles.
BB - Bellísimo
La moneda en este caso ha circulado y presenta evidentes signos de desgaste, que ya han afectado el borde, el relieve y el diseño. Puede tener golpes en el borde, pero no desfigurantes.
SPL - Excelente
Se trata de una moneda que ha circulado muy poco y presenta ligeros rastros de circulación. Todos los relieves aún son nítidos, pero puede tener pequeños golpes en el borde debido al contacto con otras monedas.
FDC - Flor de Cuño
Se considera el grado más alto de conservación. En este caso, la moneda no muestra signos de circulación y conserva su brillo original, aunque es posible encontrar en ella un pequeño número de marcas pequeñas debido al contacto con otras monedas durante las fases de producción. Cabe señalar que todavía hoy, normalmente en las casas de moneda, las monedas recién acuñadas caen una sobre otra y luego se recogen en bolsas o en recipientes metálicos.
El Fondo Espejo (con la abreviatura FS o Proof) no se considera un estado de conservación en sentido estricto, sino un proceso de producción especial en el que se utilizan flanes seleccionados y pulidos y matrices de calidad especial, muy a menudo cromadas, que crean, después de un trabajo cuidadoso, monedas con fondos espejados y relieves satinados.
En el histograma presente en la ficha del ejemplar se representa gráficamente el nivel del estado de conservación.
Se ha elegido una escala en setentaavos para facilitar a los coleccionistas asiáticos y americanos que generalmente utilizan la escala Sheldon para el estado de conservación.
Cualesquiera otros defectos se indicarán en las notas de la misma ficha.
Es importante destacar que prestamos gran atención a la detección de posibles restauraciones invasivas, especialmente en los grandes bronces romanos, destinadas a aumentar su conservación y, por lo tanto, su atractivo.